Capítulo 2: Nuestros conceptos de salud son culturales
¿En qué consiste “la cultura”? La cultura incluye nuestros pensamientos, creencias, tradiciones y comportamientos y además nuestros valores y prácticas religiosas, políticas, económicas, legales y éticas. ¿Cómo se identifica usted culturalmente? ¿Cómo influye su cultura en sus ideas y acciones frente a la vida, la muerte, la salud y la enfermedad? En algunas culturas, por ejemplo, se define la salud en relación a la familia y la comunidad, mientras que en otras, la salud se define en términos más individuales. En diferentes culturas se les da más o menos importancia a la tradición como un factor que contribuye al bienestar.[1]
Este segundo capítulo explora la relación entre la salud, la cultura y la lengua, por los temas del alimento, la interculturalidad, el parto y el nacimiento. El cuento “Cuando todo se podía curar con goggle moggle” (2016) de Ana María Shúa y el poema “Haciendo tamales” (1984) de Cordelia Candelaria llaman la atención al inextricable entretejido de lengua, cultura y nuestra comprensión y experiencia de la salud. El texto que sigue de interculturalidad y salud es un libro coordinado por tres líderes del sistema de salud mexicano para mejorar los servicios de salud en ese país multicultural. El concepto de interculturalidad busca promover una interacción equitativa entre culturas, especialmente en sociedades en que un grupo étnico tiende a dominar el acceso al poder político, económico y social. Los tres textos restantes exploran los comienzos de la vida—el embarazo, el parto, el nacimiento y las prácticas culturales que intervienen en estos momentos. Cuatro imágenes de diferentes momentos históricos y contextos culturales acentúan la importancia del contexto en formar y diferenciar nuestros conceptos acerca del comienzo de la vida. “Ceremonias del nacimiento” un capítulo del testimonio Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia (1983) desarrolla a fondo las creencias y prácticas acerca del parto y nacimiento de los maya quiché. El poema “El hijo”, de Alfonsina Storni hace contrapunto, recordándonos a prestar atención a las reacciones individuales a este cambio de vida. Finalmente, saltamos cuatrocientos años hacia el pasado para apreciar cuánto la falta del conocimiento cultural puede distorsionar la comunicación entre dos culturas con el caso de una curandera, Paula de Eguiluz, que es acusada de bruja por la Inquisición en Cartagena de Indias en 1624.
Casi todos los encuentros médicos son transculturales. Todos tenemos relaciones particulares con la salud y la enfermedad: éstas originan en la familia, las creencias religiosas, algo que hemos leído o una experiencia propia. Muchas veces un o una profesional de la salud y su paciente pertenecen a diferentes culturas. Lo que pensamos de las necesidades y las obligaciones de los pacientes y de los profesionales de la salud es moldeado por nuestra cultura propia: nuestras creencias y prácticas afectan profundamente las interacciones que tenemos con otras personas en relación a la salud. Estas diferencias culturales también afectan nuestra comunicación.
Un propósito fundamental de este libro es ayudarle a mejorar su comunicación con otras personas sobre temas que tratan de la salud, particular aunque no exclusivamente la comunicación con pacientes. Un elemento importante de esa comprensión intercultural es reconocer que los hispanohablantes vienen de diferentes países y de culturas muy variadas: entender que la palabra “hispano”, que pretende definir a un grupo, en realidad abarca una gran variedad de culturas. Mientras que podemos ir conociendo muchos aspectos de una o varias culturas, nunca podremos conocer a fondo todas las culturas de nuestros interlocutores. ¿Qué hacemos entonces? Preguntar, escuchar y prestar atención a lo que nuestros interlocutores dicen y hacen, y cómo lo dicen y hacen para poder entender la influencia de estas diferencias culturales sobre nuestra comunicación. Para vivir con salud no busca darle a usted un catálogo de creencias o características o prácticas culturales “hispanas” o “latinas”, sino ayudarle a través de la lectura atenta y crítica a desarrollar la capacidad de aprender por el camino.
Ya sabemos que las diferencias culturales entre paciente y profesional existen y que estas diferencias pueden impedir la comunicación y disminuir la eficacia de la asistencia sanitaria. Además de la cultura en que se crió cada profesional de la salud, las instituciones de salud forman su propia cultura. La medicina moderna no es ni neutral ni objetiva: es un cuerpo de conocimiento y prácticas–una cultura–que emergió y se transformó en momentos históricos y sociedades particulares.[2]
En 2014, la prestigiosa revista The Lancet publicó un informe titulado Lancet Commission on Culture and Health, en que se argumenta que es crucial promover la comprensión de la relación entre la cultura y la salud y que la cultura debe ser una preocupación central en el sistema de salud. Si no hay comprensión y confianza entre paciente y proveedor, el o la paciente no entiende los beneficios del tratamiento y se reduce la probabilidad de que siga el tratamiento.[3]
En la presente unidad, vamos a examinar cómo las creencias y las prácticas acerca de la salud son informadas por la cultura y son expresadas por medio del lenguaje y de las imágenes. Mientras que usted lea los textos, tome en cuenta estas sugerencias de la Comisión Lancet, y reflexione sobre sus propias creencias y comportamientos, comparándolos con los que los textos presentan.
Para conversar y analizar
Para responder a las siguientes preguntas, piense en las actitudes suyas que han sido formadas por la o las culturas con la(s) que se identifica usted: sea la cultura de su familia; una cultura predominante donde usted vive; la cultura o culturas con las que se identifican sus amigos o colegas.
- Piense en una práctica (costumbre) relativa a la salud y otra relacionada a la enfermedad. ¿Cuál es el significado cultural que se le da a estas prácticas?
- ¿Qué importancia tienen la familia y la comunidad en el bienestar y enfermedad en esta cultura?
- ¿Cuáles son las actitudes que se expresan hacia la medicina occidental y la medicina tradicional en esta cultura?
- Piense en una enfermedad específica. ¿Cómo se habla de la causa de la enfermedad, su seriedad y su probable progreso?
- ¿Cuáles temores se expresan sobre el problema y el tratamiento?
“Cuando todo se podía curar con goggle moggle” (Argentina 2016) de Ana María Shua
“Cuando todo se podía curar con el goggle moggle” son recuerdos de la escritora argentina Ana María Shua (1951-) sobre la comida y bebida judía que se le daban cuando, de niña, estaba enferma. Shua nació en Buenos Aires en 1951. Empezó a publicar su poesía a los dieciséis años. En 1976, se exilió a París al llegar la dictadura militar a la Argentina. En París trabajó para una revista española. Hoy es una de los escritores mejor conocidos de la Argentina. Ha escrito poesía, novelas, cuentos y microcuentos, ficción infantil, libros de humor, folklor judaico, guiones de cine, periodismo y ensayos. Sus escritos han sido traducidos a más de una docena de idiomas. Ha ganado premios nacionales como también el Guggenheim Fellowship (1993). Sus novelas incluyen Soy paciente (1980), Los amores de Laurita (1984), El libro de los recuerdos (1994), La muerte como efecto secundario (1997) y El peso de la tentación (2007). Sus libros de cuentos y microcuentos incluyen Los días de pesca (1981), La sueñera (1984), Casa de Geishas (1992), y Contra el tiempo (2013). Risas y emociones de la cocina judía (2011), donde aparece el texto sobre el goggle moggle, es una colección de memorias, folklor y recetas.
La comida es una de las áreas de la vida humana que más asociamos con la cultura. Las prácticas alimenticias son centrales a la vida. Los textos de Shua y el que sigue de Cordelia Candelaria son breves exploraciones de la relación entre la comida y la cultura. Usted va a descubrir que en ambos están presentes conceptos de la salud, inextricables de su contexto cultural.
“Cuando todo se podía curar con goggle moggle” de Ana María Shua [4]
Tanto se ha hablado desde Freud de los famosos beneficios secundarios de la enfermedad que uno terminó por olvidarse de sus beneficios primarios. Cuando la cosa no era grave, ¿usted se acuerda, de chiquito, lo lindo que era estar enfermo? Por de pronto, podíamos faltar a la escuela. Y además mamá nos dejaba pasar el día en la cama grande. Y a la tardecita le pasaba la plancha a una franela limpita y nos hacía fomentos calentitos en el pecho.
Por suerte soy lo bastante joven como para haberme salvado de las bankes, las ventosas que todavía vi aplicar a mis abuelos (se las ponían uno al otro en casos de congestión, gripe, resfrío y enfermedades varias). Eran lo bastante populares como para ser parte de un refrán, una de esas típicas frases irónicas del ídish: “Le va a servir tanto como las ventosas a un muerto”.
Y las comidas de enfermo no tenían nada malo. En primer lugar, el té. Por una ley no escrita pero absolutamente respetada en cualquier hogar judío, una persona enferma tenía la necesidad y la obligación de tomar té. Con azúcar y con limene. Mi mamá, que odiaba el té, recuerda haber corrido por toda la casa gritando “Teiele no, teiele no”, perseguida por su madre, segura de que su hija no podría sobrevivir a una enfermedad sin su ración de té. Por suerte a mí no me obligaban a tomar más de media taza.
El té se complementaba necesariamente con galletitas Canale y jalea de membrillo, único dulce que se consideraba apropiado para una persona enferma. Al parecer la jalea era un eficaz protector del hígado.
A continuación, el caldo de pollo en el almuerzo y en la cena: el remedio judío por excelencia. Y como, a menos que tuviera mucha fiebre, ninguna enfermedad era bastante como para contener mi siempre entusiasta apetito, después del caldo venía el pollito hervido con puré de papas, hecho con un chorrito de aceite. De postre, compota de manzanas.
Pero a la noche venía a visitarme mi zeide y me preparaba nada menos que la panacea universal, el más excelente medicamento contra la tos, el dolor de garganta, la laringitis, el sarampión, la bronquitis y las uñas encarnadas: el goggle moggle. De dónde viene esa extraña palabra? Quizás del Gog y Magog de la Torá, como símbolo de mezcla y confusión de ingredientes.
Lo más parecido al goggle moggle que encontré en la vida es el egg nogg norteamericano. Pero no es lo mismo. El auténtico goggle moggle se preparaba poniendo en un vaso una yema de huevo batida con dos cucharadas de azúcar y agregando leche hirviendo mientras se batía enérgicamente. El resultado era una bebida espesa, dulcísima, intensamente alimenticia, que había que tomarse lo más caliente posible, en el límite de la quemazón de labios. Si estaba bien hecho, el goggle moggle tenía que resultar muy espumoso. Para los adultos, se le agregaba, antes de batir, un chorrito de licor dulce o de oporto.
Bébalo y cúrese para siempre de todo mal.
“Haciendo tamales” (USA 1984) de Cordelia Candelaria
“Haciendo tamales” es un poema bilingüe escrito por la activista y profesora chicana Cordelia Candelaria (1943-) (foto de la poeta). Candelaria ha desarrollado una ilustre carrera académica, enseñando en los Estados Unidos, el Perú y el Reino Unido. En toda su carrera ha promovido la literatura y los estudios chicano-latinos y ha trabajado para la diversidad mayor en la universidad. Candelaria nació en 1943 en Deming, Nuevo México. Estudió en Fort Lewis College y en la Universidad de Notre Dame. Su lista larga de publicaciones incluye Encyclopedia of Latino Popular Culture (2004), Seeking the Perfect Game: Baseball in American Literature (1989) y Ojo de la cueva (1984). Hoy Candelaria es Decana Asociada y Profesora de inglés y estudios chicanos y latinos/as en la Universidad Arizona State. Los conceptos de la salud in “Cuando todo se podía curar con goggle moggle” son más explícitos que los que se expresan en “Haciendo tamales”: ¿puede usted articular los conceptos de salud implícitos en “Haciendo tamales”?
Para leer
Cordelia Candelaria, “Haciendo tamales.” From Infinite Divisions: An Anthology of Chicana Literature. Tey Diana Rebolledo and Eliana Suarez Rivero, Eds. U Arizona P, 1993.
Para conversar y analizar (pensando en estas dos obras)
- ¿Cómo se expresa la relación entre la identidad cultural y la comida en estos dos textos?
- ¿Cuáles indicaciones da la hablante de cada texto sobre su propia identidad?
- ¿Qué tipo de relación establece cada autora con su público lector?
- ¿Cómo utilizan el lenguaje–español, inglés e ídish–para comunicar ideas sobre la identidad, la tradición y el cambio?
- ¿Qué relación tiene la comida con la salud en cada texto?
- ¿Qué importancia tiene el humor en cada texto?
Interculturalidad y salud (México 2014) de José Alejandro Almaguer Gonzalez, et. al.
Para leer
José Alejandro Almaguer González, Vicente Vargas Vite, Dr. Hernán José García Ramírez, Coordinadores. Interculturalidad en salud: experiencias y aportes para el fortalecimiento de los servicios de salud. México: Editorial del Gobierno de la República, 2014.
Leer: Capítulo 1, pp. 17-26
- México, sociedad multicultural
- El enfoque intercultural
- Antecedentes
- La interculturalidad como proceso
- La interculturalidad en la salud
- Las barreras culturales
- La competencia cultural
La cultura y la salud: el parto y el nacimiento
El parto y el nacimiento[5]–dos aspectos de un evento fundamental de la vida–están envueltos en fuertes y complejos significados y prácticas culturales. Aquí se usa el término “parto” para referirse al acto de dar a luz a un ser humano y se usa el término “nacimiento” para referirse más generalmente al comienzo de una nueva vida.
Abajo se presentan cuatro representaciones visuales del parto o nacimiento de cuatro culturas y momentos históricos diferentes. A lo largo de este libro, nuestra lectura y análisis de textos antiguos junto con textos modernos ayudará a poner en perspectiva cuánto de lo que vemos como “natural” u “obvio” de la salud y de la enfermedad son creencias que han surgido dentro de culturas específicas en momentos históricos diferentes. Por más que tratan de hechos empíricos, también son “construcciones sociales”. El modo en que los moches del Perú del siglo 800 E.C. facilitaron el parto comparte ciertos elementos con el modo en que un equipo médico estadounidense lo hace en un hospital en el siglo XXI: al mismo tiempo los dos procesos difieren radicalmente como también difiere el significado que acompaña cada práctica. Tales semejanzas y diferencias vemos también entre una representación mixteca o ñudzavui de las ceremonias que siguen un nacimiento de un personaje importante en el siglo XVI en Oaxaca y las ceremonias representadas en una escultura flamenca (de Flandes) del siglo XVI del nacimiento de la Virgen María.
Prepárese
¿Qué podemos aprender sobre las diferencias culturales y su impacto sobre la comunicación por un análisis de representaciones artísticas de uno de los momentos más importantes de la vida, el parto y el nacimiento? Preste atención a las diferencias entre las prácticas mismas—o sea el modo en que se atiende al parto o al nacimiento en la cultura dada; y preste atención también al modo en que se representa artísticamente el parto o el nacimiento. Tenga en mente que frecuentemente existen diferencias culturales entre un profesional de la salud y un paciente tan profundas como las que vemos a continuación entre las cuatro imágenes. ¿Pueden especular acerca de cómo estas diferencias podrían afectar la interacción entre profesional y paciente ?
[16.35] El Señor 9 Movimiento, un sacerdote, y [16.36] El Señor 10 Viento, un sacerdote [16.37] supervisan la calefacción de un temescal a fin de bañar a la mujer que acaba de dar a luz. Al mismo tiempo, una ofrenda está colocada en el Valle: un cuenco de tortillas y tamales y dos Bultos de Caña.
Para conversar y analizar
- ¿Quiénes asisten a cada evento? ¿Cuál es la función de cada persona?
- ¿Qué contribuye cada persona a la experiencia de la madre y del bebé? ¿Cómo cree usted que se siente la madre en cada una de las escenas?
- Según las representaciones artísticas, ¿cuáles parecen ser los significados del parto o del nacimiento en cada cultura? ¿Cuáles semejanzas y diferencias percibe usted entre los significados de fig. 1 y 2 y fig. 3 y 4?
- ¿Cuál parece ser el propósito de representar el evento de esta forma? ¿Quién es el público al que van dirigidas estas imágenes y cómo debe responder?
- ¿Cómo reacciona usted a las diferentes representaciones? ¿Cuáles son sus experiencias y conocimientos culturales que motivan esta reacción?
“El hijo” (Argentina 1938) de Alfonsina Storni
Alfonsina Storni (1892- 1938) nació en Suiza pero a los cuatro años se mudó con sus padres a la Argentina. Trabajaba como maestra y publicó ensayos periodísticos y teatro pero es más reconocida como poeta. Fue una madre soltera y es una de una constelación de mujeres (Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral, Delmira Agustini) asociadas con los movimientos literarios que ocurrieron después del movimiento modernista y que se caracterizan por tener un enfoque más íntimo, local. Los primeros poemarios de Storni se asocian más con el romanticismo y el modernismo de su época, y, aunque toquen temas tradicionales como el amor, lo hacen a menudo con una perspectiva poética femenina. Sus últimos dos libros, Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938) muestran una perspectiva más abstracta, irónica, y amarga y un giro hacia elementos formales más vanguardistas. “El hijo” viene de su último libro, una colección de “anti-sonetos”.
Para leer
Alfonsina Storni. “El hijo”. Mascarilla y trébol. 1938. Sociedad Editora Latino Americana, 1964, p. 25.
Se puede leer “El hijo” en Google Books y Wikisource
Para conversar y analizar
- Hay un yo que se dirige a un tú en este poema. ¿Qué son las posibles identidades de estas figuras? ¿Cuáles detalles del texto apoyan sus ideas?
- ¿Cómo se caracteriza la experiencia de la maternidad? ¿Hay imágenes que les sorprenden?
- Un soneto tradicional tiene dos cuartetos y dos tercetos (14 versos, con rima) y plantea un problema en los cuartetos que se resuelve en los tercetos. Storni sugiere esta forma pero la cambia. ¿Cómo y qué tiene que ver este cambio con la experiencia que se quiere comunicar aquí? ¿Se podría decir que la forma del poema cambia con el tema?
“Ceremonias del nacimiento” (Guatemala 1983) de Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia de Rigoberta Menchú y Elizabeth Burgos Debray
Rigoberta Menchú (Guatemala 1959-) es una mujer maya quiché que creció en los tumultuosos años en que los campesinos indígenas de Guatemala luchaban contra la extrema explotación que sufrían a manos de los ladinos—los descendientes de españoles. Cuando en los años 1960 y 1970 surgió una guerrilla campesina que se opuso a la explotación, el gobierno guatemalteco respondió con una campaña de terror. El padre de Menchú murió en 1980 cuando protestaba en la embajada de España contra las violaciones de los derechos humanos. Rigoberta Menchú empezó a trabajar con el Comité de Unidad Campesina (CUC) por los derechos de los campesinos, lo cual la puso también en peligro de muerte. Salió en 1981 para México donde siguió trabajando para el CUC para promover solidaridad internacional por la lucha por la justicia en Guatemala.
Menchú empezó a ser reconocida como portavoz eficaz para la lucha y en 1982 en un viaje en Francia fue presentada a la antropóloga venezolana, Elizabeth Burgos Debray. Decidieron componer un libro basado en una serie de entrevistas que Burgos le hizo a Menchú. Querían que el libro promoviera mayor conocimiento de la situación de los campesinos en Guatemala. El libro salió en 1983, publicado por la editorial cubana Casa de las Américas, que le concedió el Premio Casa de las Américas por mejor libro de testimonio. El libro pronto alcanzó una gran distribución internacional y logró apoyar la lucha por la justicia. En 1992, la Academia Sueca le otorgó a Menchú el Premio Nobel por la Paz por su trabajo a favor de la justicia social y la reconciliación etno-cultural.
En el capítulo “Ceremonias de nacimiento,” Menchú describe así las experiencias de su madre, que era partera o comadrona:
Mi madre fue partera desde los dieciséis hasta que se murió, a los cuarenta y tres años. Dice mi mamá que la mujer cuando está acostada y da a luz no tiene fuerza para sacar al niño. Entonces lo que ella hizo con mi hermana, lo que yo vi fue que puso un lazo al techo donde se colgó mi hermana, ya que no estaba su esposo para levantarla, y estuvo en esa posición y mi mamá le ayudó a sacar el niño. (Menchú y Burgos Debray, p. 41)
Aquí está describiendo un parto vertical, como se ve también en la cerámica moche.
Considere el contexto histórico descrito arriba en que se produjo el libro cuando usted lea la narración de las creencias, las prácticas y las ceremonias mayas alrededor del nacimiento. Aunque este capítulo del libro no trate centralmente la injusticia ni las luchas campesinas, el propósito testimonial del libro, la identidad de Menchú como narradora y el carácter internacional del público lector influyen en la manera en que Menchú habla de su cultura. Ella presta atención a la situación intercultural de la comunicación. Como lectores, tenemos que tomar en cuenta también que Burgos Debray, como entrevistadora y editora del libro, le ha dado forma a la narrativa, tomando decisiones sobre lo que incluir y excluir y cómo organizar el texto.
Para leer
- Rigoberta Menchú, “Ceremonias de nacimiento” Elizabeth Burgos, Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. Mexico: Siglo Veintiuno Editors, 1985. Selections from second chapter, pp 27-41.
- Se puede leer el capítulo en Google Books.
Prepárese
Este testimonio es un acto de comunicación que incluye cuatro entidades: Rigoberta Menchú, la narradora, que se presenta como representante de los indígenas maya-quiché; Elizabeth Burgos Debray, a quien Menchú habla directamente; el público lector internacional al que se dirige Menchú por medio del libro; y los ladinos de Guatemala, el grupo que Menchú presenta como los opresores de los indígenas. Mientras lee, considere las siguientes preguntas:
- Cuando Menchú piensa en los diferentes públicos, ¿cómo podría afectar lo que querrá contar y cómo querrá contarlo?
- ¿Cuáles son algunas de las creencias y actitudes que usted conoce alrededor del embarazo, el parto y el nacimiento en su propio entorno cultural?
Para conversar y analizar
- ¿Cuáles son las semejanzas y diferencias entre las prácticas del embarazo, parto y nacimiento que Menchú describe y las prácticas que usted conoce?
- ¿Cuáles son algunos de los elementos simbólicos importantes para los maya quiché? Y, ¿en la cultura de usted?
- ¿Qué importancia tiene la tradición de los antepasados para los mayas? ¿Y en en la cultura a la que usted pertenece?
- Identifique tres momentos del texto en que Menchú busca explicar su propia cultura a un público que no la conoce. ¿Cuáles estrategias usa Menchú para esta comunicación intercultural?
- ¿Cómo representa Menchú la relación entre los maya quiché y los ladinos? ¿Cómo afecta este contexto social y político nuestra interpretación del testimonio de Menchú?
- ¿Cómo contribuye este capítulo del libro de Menchú a su propósito de promover la solidaridad internacional por la justicia en Guatemala?
El caso de una curandera: Paula de Eguiluz es acusada de bruja (Cartagena de Indias, 1623-1624), documento de la Inquisición
La cultura y la salud en un contexto histórico multiracial: Cartagena de Indias (siglo XVII)
La extrañeza de los textos antiguos nos ayuda a entender más claramente cómo la cultura moldea el conocimiento acerca de la salud. Por las grandes diferencias culturales entre el pasado de la temprana modernidad (early modern age) y hoy, podemos ver mejor cómo el conocimiento médico y sanitario está cambiando constantemente y cómo lo que vemos hoy como la “verdad” de la salud y la medicina podrá cambiar en un futuro próximo y cómo nosotros mismos debemos cuestionar lo que se plantea como “natural” en el campo de la salud.
En esta sección vamos a leer narraciones de afrodescendientes en Cartagena de Indias, en lo que hoy es Colombia, por el proceso inquisitorial de Paula de Eguiluz. Estas narraciones presentan una vivencia caracterizada por el mestizaje cultural. Residentes españoles, criollos (europeos o africanos nacidos en las Américas), afrodescendientes y originarios (amerindios) compartían una rica gama de creencias y prácticas acerca de la salud, que incluían creencias espirituales y plantas y recursos locales.
En el siglo XVII, cuando se dieron estas narraciones, miles de personas afrodescendientes vivían en la región, la mayoría como personas esclavizadas. Los españoles en Cartagena se encontraban en una situación paradójica: dependían de la labor de las personas de origen africano para construir los edificios, cultivar alimentos y cuidar casas, entre muchas otras labores, pero también tenían pavor de que las personas afrodesciendientes que estaban esclavizadas y sus compañeros libres se levantaran en contra de los blancos. Había muchas comunidades escondidas en el monte donde vivía gente que había huido de la esclavitud. Estas comunidades clandestinas se llamaban palenques y fueron espacios de resistencia cultural y a veces militar. Los españoles en general sentían mucha desconfianza de la gente afro; al mismo tiempo dependían de los servicios de los afrodescendientes en la medicina, la curandería y la hechicería, ya que había tan pocos médicos en el Nuevo Mundo. Fue por sus actividades como curandera que Paula de Eguiluz fue delatada a la Inquisición.
Las narraciones que siguen vienen de un proceso controlado por una institución católica: la Inquisición de Cartagena de Indias, que debía proteger la fe y también el proyecto de colonización europea. Es importante tomar en cuenta las circunstancias bajo las cuales estas narraciones fueron dadas: son las declaraciones de una persona acusada por la Inquisición de crímenes en contra de la fe católica. Paula de Eguiluz afrontaba la probabilidad de un castigo severo. Tenía que pensar en las doctrinas católicas y en el acto de denuncia y declaración de la gente que la habría delatado, sin saber quiénes eran. Así podría encontrar una estrategia narrativa que resultara en una sentencia menos rigurosa.
Paula de Eguiluz nació en la isla de Santo Domingo (hoy conocida como Haití y la República dominicana) en aproximadamente 1582. Sus padres habían sido traídos como personas esclavizadas de la región de Senegal y Gambia en África Occidental. En 1623, Paula vivía en Santiago de Cuba con su tercer amo, el alcalde de minas, Juan de Eguiluz, cuando algunas personas la denunciaron frente a la Inquisición, acusándola de brujería. Es probable que las denuncias y su reputación como bruja fueran motivadas por conflictos políticos o personales y no por sus prácticas, que no habrían diferido mucho de las de muchas otras personas que se ganaban la vida como curanderos. Como no había Inquisición en Cuba, los funcionarios de la Inquisición llevaron a Paula de Eguiluz a Cartagena (hoy en día Colombia) para su proceso. Por medio del proceso, Paula de Eguiluz fue condenada por bruja y fue sentenciada a servir dos años en el Hospital de San Sebastián en Cartagena.
Después de completar su sentencia, Paula vivió como mujer libre en el barrio de Getsemaní, al lado de la ciudad de Cartagena de Indias, desempeñando las ocupaciones de lavandera, curandera y hechicera. En 1632, fue denunciada a la Inquisición otra vez por bruja y eventualmente recibió una sentencia de cárcel perpetua. Paula llegó a tener fama en Cartagena y vivía una vida poco común para una prisionera de la Inquisición: los mismos inquisidores la sacaban de la cárcel de vez en cuando para curarles en sus casas.[6]
Prepárese
Al leer estos textos, preste atención a los cambios entre un hablante y otro. ¿Quién habla en cada momento? ¿Cuál es su identidad? ¿Cuál es su motivo por hablar? ¿Cómo expresa esta motivación explícitamente o cómo se percibe su motivación por su modo de narrar?
Las palabras entre [corchetes] indican palabras que hemos añadido para clarificar el sentido. También hemos modernizado la ortografía y el lenguaje del texto original.
Primera causa de Paula de Eguiluz, negra horra, reconciliada por bruja. 1623–1626
18 de septiembre de 1623, Santiago del Prado, Cuba[7]
Declaración del hermano Matías de Jesús Olivera
En las minas de Santiago del Prado, en 18 días del mes de septiembre de 1623 años, por la mañana, ante el señor canónigo Juan de Lisano Luyando, comisario del Santo Oficio en la catedral de Santiago de Cuba y su gobierno, [a]pareció sin ser llamado y juró en forma de decir verdad, el hermano Matías de Jesús y Rivera, ermitaño de la Tercera Orden de mí padre San Francisco, hombre de buena vida. Y dijo ser de edad de 106 años, poco más o menos, el cual por descargo de su conciencia dice y denuncia que podrá haber treinta y cuatro, treinta y cinco días, poco más o menos, el día cierto no se acuerda‒el mes era de agosto pasado de este presente año‒viniendo de la hermita de Nuestra Señora de la Caridad, donde asiste a oír misa a la iglesia mayor, pasando por la calle y puerta de Ana María india, mujer de Juan Francisco indio, la oyó llorar. Y dentrando en su casa y aposento donde Ana María estaba recién parida, por ver lo que le afligía y consolarla, por habérsele muerto una niña que se llamaba María recién nacida de tres días, que aún estaba en casa por enterrar.
Y consolándole [el hermano Matías] a Ana María, que diese gracias a Dios, le respondió llorando, “Sí, doy por cierto, Hermano, y cuando Dios me llevara otros cuatro que me quedan, se las diera infinitas. Mas no puedo dejar de sentir la de esta niña por habérmela muerto delante de mis ojos Paula, esclava del alcalde mayor.” Y prosiguió diciendo que se la había muerto por el ombligo, teniéndolo bueno antes que Paula llegase a envolver la niña, chupándola por él, como después pareció estar muy lastimado el ombligo y corriendo sangre y acardenalado. Y ella [María] le dijo [al hermano Matías] lo había hecho por vía de brujería.
Y ansí mismo este declarante dice haber oído muchas veces y es pública voz y fama que Paula negra es bruja y que tiene enhechizado a su amo el alcalde mayor de estas minas. […]
Declaración de Ana María, india
En las Minas del Prado en diez y ocho días de mes de septiembre de mil y seiscientos y veinte y tres años por la mañana, ante el señor canónigo Juan de Lisano Luyando, comisario del Santo Oficio de la catedral de Santiago de Cuba y su gobierno, pareció sin ser llamado y juró en forma de decir verdad Ana María India, mujer de Juan Francisco, vecinos de estas dichas minas, de edad de treinta y seis años poco más o menos, la cual por descargo de su conciencia dice y denuncia que podrá haber cuarenta días que ésta que declara parió una niña, martes el ocho de agosto pasado de este presente año como a las cuatro de la tarde, y estando esta declarante otro día siguiente que fue miércoles en cama con la dicha niña, envió a llamar con un hijo suyo a María Delicada, persona que [5 v] había parido con ella haciendo oficio de partera para que viniese a envolver la dicha niña. La cual no estaba en casa. Y entonces envió a llamar a sus vecinas que lo eran Leonor de Estrada, mujer de Luis de Jaimes, y a Paula negra esclava del alcalde mayor Juan de Eguiluz, y les dijo que no sabía qué tenía la dicha niña que estaba llorando, y la dicha Paula se subió en la cama y la tomó en sus brazos la desenvolvió para verla si tenía alguna cosa, y pidió brasas, las cuales trujo Leonor de Estrada. Y queriéndole desfajar el ombligo le dijo que no tenía para qué desfajarla, porque ella lo había hecho poco había, y estaba el ombligo bueno. Y sin embargo de esto la desfajó. Y le dijo, “Muy bueno está el ombligo”. Y lo vido la dicha Leonor de Estrada y estaba bueno. Y dijo la dicha Paula, “No tenga pena, señora Ana María, que por donde peligran las criaturas es por el ombligo, y esta niña lo tiene bueno. Y debe de ser algún dolorcito de barriga”. Y esta declarante se descuidó y consoló con esto y la dicha Paula la tenía a la dicha niña en sus brazos sobándole la barriga y calentándole paños en ella. Y la tornó a envolver. Y se quedó con ella en los brazos. Y diciéndole [6 r] esta declarante que se la diese para darle la teta, le dijo que la dejase, pues la veía reposada. Y así se la dejó.
11 de julio de 1624
El fiscal acusa a Paula de Eguiluz
El licenciado Domingo Vélez de Asas y Argos, promotor fiscal de este Santo Oficio, en la mejor vía y forma que de derecho lugar haya, parezco ante Vuestra Señoría y criminalmente acuso a Paula, negra, de Eguiluz, natural de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española, y al presente esclava de Juan de Eguiluz, alcalde mayor en las minas del cobre que son junto a la ciudad de Santiago de Cuba, presa en las cárceles secretas de esta Inquisición, que está presente. Y premisa lo necesario.
Capítulo 1
Digo que siendo la susodicha cristiana bautizada y confirmada por tal, habida y tenida y comunmente reputada, gozando y usando de todas las gracias, inmunidades, previlegios y exenciones e indulgencias de tal cristiana, con poco temor de Dios y en gran daño de su consciencia, condenación de su alma y menosprecio de la justicia de este Santo Oficio, ingrata a tanto bien, ha cometido delitos contra nuestra Santa fe Católica, haciendo muchos hechizos y supersticiones, mezclando cosas sagradas con profanas, invocaciones de demonios con quien ha tenido pacto, y seguido la secta de los brujos, y procurado saber las cosas futuras y que dependen del libre albedrío del hombre, atribuyendo a la criatura lo que sólo se debe al Creador.
Capítulo 2
En prueba de lo cual, esta rea, el año pasado de 1623 por el mes de agosto, con poco temor de Dios y de su consciencia, habiendo cierta persona parido una criatura por el tiempo, esta rea, en cumplimiento del pacto y alianza que tiene hecho con el demonio de hacer y cometer semejantes delitos, habiendo tomado criatura en los brazos y desenvuéltola, la chupó por el ombligo, y le hizo todo el mal que pudo. De suerte que se conoció que esta rea lo había hecho, así por estar buena la criatura antes que esta rea la tomase, como por la pública voz y fama que tiene de bruja y hechicera, como esta rea lo es, de que vino a morir criatura luego.
Respuesta de Paula de Eguiluz a la acusación
Capítulo 1
Al capítulo primero y causa de la acusación, dijo que [ella] es la contenida en la acusación. Y que ella no es bruja ni ha hecho hechizos. Ni tiene pacto con el demonio. Y que son enemigos que la quieren mal.
Capítulo 2
Al capítulo segundo, dijo que es testimonio y que lo que pasó es que Leonor de Estrada, vecina de Ana María, llamó a [Paula], que estaba parada en la calle. Y le dijo que entrase en casa de Ana María, que estaba gritando porque se le moría una niña que tenía. Y habiendo entrado, [Paula] la quiso dar el pecho. Y viendo que no podía mamar, la mandó su madre [a Paula] que la desfajase y mirase el mal que tenía. Y [Paula] lo hizo y vio que tenía aventada la barriga. Y por consolar a la madre la dijo que no sería nada. Y la enseñaron el ombligo que le tenía bueno. Y [la madre] dijo que lo mirase. Y calentándole un pañito con alhucema y romero, se le aplicó a la barriga. Y tornó a fajar la criatura y se le entregó a su madre. Y al punto se fue [Paula] a su casa y no vio más a la criatura. Y todo lo demás contenido en el capítulo es falsedad y se lo levantan que todos la quieren mal de muerte porque su amo la quiere bien y la ven bien vestida.
Para conversar y analizar
- ¿Cómo se habla de la salud y de la enfermedad en el documento? ¿Cómo afecta esta definición de salud y enfermedad el contexto cultural en que se lleva a cabo el proceso inquisitorial?
- ¿Cuáles conceptos de la medicina o de la curación se presentan en el testimonio de Paula de Eguiluz y en la acusación del fiscal?
- ¿Cómo puede afectar a lo que dice cada hablante la situación en que habla y las posibles consecuencias que enfrenta? Escoja un ejemplo para ilustrar sus ideas. Preste atención especial a los detalles del lenguaje que usa cada hablante.
- ¿Cómo reacciona usted a los hablantes? ¿Cuáles aspectos de su propia identidad cultural y su experiencia personal afecta su reacción?
Atribuciones de los medios
- Ana María Shúa © Soledad Amarilla / Ministerio de Cultura de la Nación is licensed under a CC BY-SA (Atribución CompartirIgual) license
- noun_portrait_150906 © Matt Caisley
- Parto vertical: cerámica moche is licensed under a CC BY-SA (Atribución CompartirIgual) license
- El Nacimiento y Peregrinación de la Señora 3 Pedernal (Hija), En el Valle de las Cañas Cruzadas y el Árbol de la Ceniza y las Flores. Codex Nuttall (Oaxaca, ca. 1500) © Liza Bakewell y Byron Hamann
- El nacimiento de San Juan © Nicolás Pérez is licensed under a CC BY-SA (Atribución CompartirIgual) license
- Alfonsina Storni © Archivo General de la Nación, Argentina is licensed under a Dominio público license
- Rigoberta Menchú © Carlos Rodríguez is licensed under a CC BY-SA (Atribución CompartirIgual) license
- Annabel Levesque y Han Z. Li, “The Relationship Between Culture, Health Conceptions, and Health Practices”, Journal of Cross-Cultural Psych, vol. 45, no. 4, pp. 628-45. 10.1177/0022022113519855 ↵
- A David Napier, et. al., “The Lancet Commission on Culture and Health,” The Lancet, Vol. 384, Issue 9954, Oct. 28, 2014, p. 1607. http://dx.doi.org/10.1016/ S0140-6736(14)61603-2. ↵
- Ibid. Este informe de la Comisión Lancet tiene el respaldo de la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas. ↵
- Incluído con permiso de la autora. ↵
- El parto se refiere a la acción de dar a luz y se enfoca en la acción de la madre; el nacimiento viene de la palabra nacer y se refiere a la acto de la cría de salir del viente de la madre. ↵
- Medina Rico, fray Pedro. Carta de 31 mayo de 1649. Cartagena de Indias. Archivo Histórico Nacional. Inquisición, Libro 1013, fol. 360. ↵
- Procesos de fe de Paula de Eguiluz, AHN, Inquisición, 1620, Exp. 10, fols. 2v-3r; 5r-6r; 44r-v; 48r-v. ↵
Cupping therapy, un terapia en que se aplican por unos minutos vasos a la piel, dentro de los que se ha calentado el aire. El vaso contra la piel crea un vacuo que expande los vesículos.
Yiddish, una forma del alemán que usan los judíos azkenazíes.
liver
dulce de frutas cocidas con azúcar
abuelo
vino fortificado
Un baño de vapor, usado para limpieza y efectos curativos.
Hermit: un hombre que vivía solo, apartado, y seguía la regla de un orden religioso, como si fuera monje.
Entrando
Acababa de dar a luz a un bebé.
pero
bruised